miércoles, 18 de noviembre de 2009

Cortocuentos. Reseñas. LA SEXTA. En el blog de Ana Boyero. Raza Becaria.



El viernes fue un día importante. Se presentaba en la FNAC de Callao "Cortocuentos", una recopilación de microrrelatos ilustrados creado a medias por Borja Crespo, autor de las historias, y Chema García, dibujante.

"Cortocuentos" está formado de relatos de 4 páginas cuya función principal no es tanto narrar una historia como despertar sensaciones en el lector. Ambientadas en un mundo de fantasía en el que conviven ogros, cabritas enamoradas, robots o niñas tormenta, los problemas emocionales de estos personajes son, en realidad, bastante cotidianos. Muy del hombre moderno, que dirían en la facultad de Humanidades. Y las ilustraciones son una delicia: cada una de las historias tiene una estética muy personal que la diferencia inmediatamente del resto de relatos. Personalmente, resaltaría los ojos del protagonista de "Tedio", los coches con las ruedas hacia el cielo de "Duele, existes" o el banco nevado de "2317".

Sin embargo, lo que hizo que durante toda la semana pasada yo estuviera cardíaca y, en general, llena de inseguridades traducidas en mala leche no fue tanto la presentación de este agradable y recomendable volumen sino mi participación en dicho evento. Crespo me pidió que ejerciera de moderadora y yo, claro, le dije que sí. Le dije que sí a pesar de que hablar en público me sienta como una patada en el estómago y de que los micrófonos y yo nunca hemos tenido una relación sana. Siempre he sido más de playback.

Aquella tarde, en teoría, iba a estar con nosotros Joaquín Reyes, que había escrito el prólogo del libro. Un prólogo peculiar con frases como estas:

"Borja es una persona muy válida".

"Os lo podría describir como si lo tuviera delante, es atractivo, con pelazo, y tiene una sonrisa que lo ilumina todo".

"Ahora ha escrito unos micro-relatos que son para mear y no echar gota, demostrando que incluso tiene sentimientos".

"Cuando los vi (los dibujos) me dieron asco de lo bonitos que eran y de lo bien que se adecuaban a lo que se contaba".

"Chema García es un tritón".

Pero como Joaquín tenía esa tarde compromisos laborales, no pudo venir y en su lugar estuvo Ernesto Sevilla, que no se había leído el libro pero que estuvo muy ocurrente y excusó a su amigo y socio que, aseguró, se estaba sometiendo en esos momentos a la castración química.

La presentación estuvo muy entretenida. Hablamos de muchas cosas: de los cuentos, de los dibujos, de las firmas cambiantes de Chema García, de la carrera de Bellas Artes, de zombis, de erratas que luego no lo eran, de vocabulario (este libro te enseña que 'ósculo' significa 'beso'), de mascotas muertas del pasado...

Después, la editorial Astiberri nos invitó a cenar en El Pimiento Verde, que es un restaurante vasco que está por Argüelles y que merece todas las reverencias del mundo. En serio, ¡qué solomillo! Allí tuve oportunidad de hablar con Héloise, de Astiberri, una encantadora francesa a la que -mirando siempre por vosotros- le insinué lo mucho que molaría que sorteáramos un ejemplar de "Cortocuentos" en Raza Becaria. Ella dijo que claro, y yo fui feliz porque vuestra alegría es la mía y porque cuando hay un regalo siempre suben los comentarios (por cierto, Joaquín Armada está sorteando un libro en el blog de al lado).

Y esa fue la historia del viernes. La gente que no madrugaba el sábado para trabajar se fue a seguir la fiesta en el Tupperware pero, lamentablemente, yo no entraba en ese grupo así que me fui a dormir contenta de haber conocido a gente tan maja (Manuel Bartual y Olga incluidos), y de haber hablado en la FNAC sin que se hubiera abierto el cielo y una mano gigante me hubiera expulsado de aquel templo de cultura porque, sinceramente, no las tenía todas conmigo.

Si queréis llevaros el libro haced un comentario ingenioso incluyendo la palabra clave "tiburón".

Ana Boyero.

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